Comenzó como un Experimento
En 2019, tres desarrolladores que trabajábamos en diferentes estudios de la ciudad nos reuníamos cada viernes por la tarde para compartir frustraciones. Siempre la misma queja: los programadores recién graduados llegaban con mucha teoría pero sin idea de cómo estructurar las bibliotecas que realmente necesita un juego móvil.
Un día decidimos hacer algo al respecto. Empezamos invitando estudiantes a estos encuentros informales, y vimos cómo cambiaba su perspectiva cuando tocaban código real por primera vez.
Lo que comenzó como reuniones casuales se convirtió en talleres estructurados. Para 2022 ya teníamos una metodología clara y resultados que nos sorprendían: estudiantes que terminaban nuestros programas conseguían posiciones técnicas específicas en estudios locales en menos tiempo del esperado.